
Levantó la mirada del fogón y sonrió:
- Le estuve cocinando cada día durante semanas, hasta que entendí que no volvería
Nos miramos
y comprendí que la resistencia es un gesto cotidiano
Un recetario
para accionar
Un recetario para aprender a cocinar.
Para alimentarnos la memoria.
Para resistirnos al olvido.
Para nutrirnos de resistencia.
Para que lo individual sea colectivo.
Una mesa puesta para sentarse a compartir.
“Que la cocina sea pretexto para hablar de lo indecible, para hacer presentes a los que se llevaron, para tejer acciones contra la ausencia.”
Zahara Gómez Lucini
Y es aquí...
en este espacio entiendo:
cada paso importa
y cada gesto cuenta.