Porque las personas desaparecidas nos faltan a todxs, siempre. 
 

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Las Rastreadoras del Fuerte , uno de los colectivos de familiares de personas desaparecidas que en México han salido a buscarles de todas las formas posibles, como último recurso ante la inacción del Estado. Ellxs, los familiares, con amor y lucha incansables, han logrado visibilizar la cruenta realidad de desapariciones en México, del trabajo esclavo, de las fosas clandestinas y de la ineficacia del Estado. 

La desaparición de personas en México es un problema de larga data que nos lleva al menos hasta 1969, fecha de la primera desaparición forzada documentada por organizaciones de familiares, que fue cometida por agentes del Estado. La cifra más reciente presentada por la Secretaría de Gobernación en enero de 2020, indica que en México hay 61,637 personas desaparecidas. Sesenta y un mil seiscientas treinta y siete historias. Sesenta y un mil seiscientas treinta y siete personas. Sesenta y un mil seiscientas treinta y siete vidas. 

Durante las más de cinco décadas en que nuestro país ha vivido el flagelo de este crimen de lesa humanidad, las familias de las personas desaparecidas, y en particular sus madres, hermanas, abuelas, esposas, han tenido un papel fundamental en traer al espacio público a todas las personas que nos faltan como sociedad. Desde los plantones frente a Palacio de Gobierno de Sinaloa, de la Unión de Padres con hijos desaparecidos de Sinaloa en los años setenta, antecedente en la lucha por la desaparición en el mismo Estado donde hoy buscan Las Rastreadoras, las primeras huelgas de hambre de las Doñas del Comité Eureka en la Catedral Metropolitana en 1978, hasta las marchas del 10 de mayo que las madres de personas desaparecidas realizan desde 2012. Todas las acciones, nacionales y locales, que los familiares realizan para exigir el regreso de sus seres queridos, nos han permitido conocer las historias de las personas desaparecidas, saber sobre sus vidas, ver sus fotos, escuchar sus nombres. Saber, por ejemplo, que a Brian Javier le gustan las tortillas con queso. 

 

El hacer de los colectivos de familiares de personas desaparecidas desde hace décadas contribuye al derecho a la verdad que tenemos como sociedad en casos de violaciones graves a los derechos humanos. Son ellxs quienes han permitido saber qué pasó, quiénes son las víctimas, quiénes los responsables y en qué contextos se han dado estos hechos. Los familiares de personas desaparecidas nos han contado sus historias, que son también nuestras.

Con este proyecto, las Rastreadoras, contándonos cuál es el platillo favorito de sus seres queridos, nos ayudan a conocer a sus familiares, a nuestrxs desaparecidxs. Este proyecto nos permite acercarnos a cada una de las historias no desde las cifras o las estadísticas sino desde la parte más humana de cada una de las personas que nos han arrebatado. Cada una de las recetas que nos comparten nos ayuda a conocer mejor a sus seres queridxs desaparecidxs y nos muestra el hueco que han dejado cada unx de ellxs no sólo en su familia, donde les extrañan cada instante, sino en todxs nosotrxs como sociedad. El hueco de tener, al menos, y según cifras oficiales, sesenta y un mil seiscientas treinta y siete personas que nos faltan a todxs. 

Cada vez que cocinemos algunas de las recetas que nos comparten Las Rastreadoras, recordemos a José, a quien le gusta comer espagueti; a Roberto y el pozole que es su platillo favorito; a Ernesto y su bistec ranchero; acordémonos de los huevos cocidos para Juan; de los kekis de Manuel. Hagamos memoria también a través de la comida. Dejemos que este libro y sus historias nos lleven a la acción, a la solidaridad con los colectivos de familiares que llevan más de cincuenta años en búsqueda, a unirnos a ellas en su clamor por memoria, verdad y justicia.

Porque las personas desaparecidas nos faltan a todxs, siempre. 

 

María De Vecchi Gerli

María es coordinadora de derecho a la verdad en ARTICLE 19 México y Centroamérica e integrante de H.I.J.O.S. México. 

 
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